miércoles, 22 de diciembre de 2021

Quién pudiera viajar en el tiempo...

Ser o no ser... Interino. Estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Eso es lo más importante en la vida, en la profesional y en la personal. En todo.

Los interinos que entraron en 2016 podrán acceder a una plaza simplemente por concurso. Los que entraron más tarde tendrán la posibilidad de acceder a través de un concurso-oposición. Los del turno libre, mejor que ni intenten acceder por ese proceso. Sin puntos de experiencia, mejor olvidarse.

¿Tienen la culpa de esta situación las personas que han estado desempeñando un trabajo durante muchos años sin que su plaza se convocara? Evidentemente no. También hay que decir que normalmente es mil veces mejor una mala interinidad que un puesto en la empresa privada. 

¿Es justo que ahora estas personas se vean en la cuerda floja? Claro que no, pero aún así, su cuerda está menos floja que la de los que vamos por libre. Los que vamos por libre tenemos que demostrar un nivel de conocimientos que, muchas veces, es exagerado, y no demasiado relacionado con las funciones de los puestos. Peleamos con un número de competidores mucho mayor, lógicamente. Y normalmente no tenemos experiencia previa en la Administración, por lo que, para nosotros, todo es nuevo. Y no tenemos puntos para concursar, claro.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Una de las consecuencias de la crisis fue que dejaron de convocarse oposiciones, durante años y años. Y así, el envejecimiento de la plantilla ha llegado a ser preocupante. Falta una generación entera de funcionarios ¿Es esto una situación excepcional, que merece funcionarizar? No. Es una mala política de recursos humanos de la que es culpable la Administración. 

En consecuencia, falta personal en todas partes, según parece. No obstante, en algunas de las oposiciones que se han resuelto recientemente han quedado plazas desiertas. Parece que los actuales opositores no tenemos suficiente nivel, por lo menos, en opinión de los tribunales. 

Las convocatorias, dependiendo de la oposición, no suelen ser regulares. En algunas oposiciones nunca se puede saber cuándo se volverá a convocar, si será el año que viene o dentro de tres años, a pesar de la alarmante carencia de personal que hemos comentado y que, en algunos departamentos es sangrante. 

Se sigue exigiendo que se memorice, se memorice y se memorice. Tener memoria no siempre implica entender lo que se ha memorizado, y así nos encontramos que tenemos que estudiarnos al pie de la letra cosas no necesariamente útiles para la vida laboral real en la administración. Y si no tenemos buena memoria, a echar horas y horas. Aunque seamos capaces de resolver un caso práctico complicado, lo importante, lo verdaderamente importante, es saberse el artículo en cuestión al pie de la letra. Es lo que "les pone" a los del tribunal. 

Los procesos siguen durando años y años, unas veces más y otras menos, dependiendo de la administración de que se trate (hay alguna donde se tarda un año en sacar el listado provisional de admitidos). Este asunto resulta casi desesperante. No es posible planificarse, no es posible decidir si me presento a una oposición o a otra, porque no sabemos qué va a ser de nuestra vida en muuuucho tieeeempoooo... Porque con las oposiciones la vida se queda en Standby. Dejas de ver a gente, dejas de hacer muchas cosas que te gustan, dejas de lado muchas cosas, y nunca sabes si todo ese sacrificio va realmente a servir para algo. 

Que todo esto de las oposiciones no resulta atractivo está bastante claro si uno se acerca a ver quiénes nos presentamos a los exámenes. Apenas encontraremos a gente joven, no hablo de veinteañeros (suele haber poquísimos), sino incluso de treintañeros. La mayoría de los opositores están por encima de esa edad. Por un lado, porque somos la última generación que hemos estudiado fuerte (con libros-libracos y señores exámenes). Somos la última generación que se creyó un poco todo ese cuento de la cultura del esfuerzo ("estudia, hij@, para ser alguien de provecho en un futuro..."). Y muchos venimos bastante quemados de la empresa privada y nos hacemos a la idea del sacrificio que esto implica, y aún así, lo asumimos, porque venimos de un mundo aún peor. 

El caso es que muchas veces se ve que no llegamos al nivel ¿Cómo será dentro de unos años, cuando toque la jubilación de la gente de mediana edad? ¿Qué clase de pruebas se harán en un futuro? Porque ¿un chico de veinte años de ahora se va a encerrar en su casa durante años a estudiar sin parar? No lo creo, sinceramente. Según mis fuentes, ahora se aprueban asignaturas importantes de grado simplemente haciendo trabajos. Y con la nueva Ley de Educación, se puede obtener el título teniendo asignaturas suspensas. Ése es el nivel actual, nos pese o no. Además, las nuevas generaciones no se sienten muy atraídas por los puestos en el sector público. 

Y no parece que en la Administración se hayan dado cuenta, dado que, dentro de nada, se les van a jubilar los que estaban dentro; pero en no mucho tiempo se jubilarán los que están entrando ahora... Así que, el problema continúa sin resolverse...

Y los de libre no damos el nivel, pero van a entrar en la administración personas que ni siquiera se han examinado en su momento, que simplemente tuvieron la suerte de entrar se interinos en el momento adecuado.

Espero que alguien sea capaz de entender todo esto... Yo no lo entiendo. 




lunes, 13 de diciembre de 2021

Diseño colaborativo de servicios públicos

Continuando con la experiencia formativa sobre Gobierno Abierto, esta semana se nos plantea un reto interesante: rediseñar un proyecto, área o servicio con el que estemos familiarizados.

Es fácil formarse una opinión sobre los procedimientos, pero ¿Cómo haríamos nosotros para mejorarlos? ¿Qué es lo que creemos que no funciona?😜

En mi caso concreto, se me ocurren un par de ideas para aplicar en mi área, en el Registro de Formadores de la Comunidad de Madrid.

En el Registro nos encargamos de acreditar a los formadores que pueden impartir módulos y especialidades formativos en el ámbito de la Comunidad de Madrid. Para ello, nos deben aportar una serie de documentación, que nos sirva para comprobar que cumplen los requisitos exigidos por los Reales Decretos que regulan dichos módulos y especialidades.


Comprobado que cumplen, se les envía una resolución que especifica los módulos y especialidades para los que se les acredita, y la modalidad en que pueden impartirlos (presencial o teleformación). En este procedimiento apenas tenemos interacción con los formadores.
Por otro lado, el Registro no es público, de modo que, ni ellos ni las academias pueden consultar la información de la que disponemos, lo que reduce la utilidad del Registro en sí. Es por eso que muchos formadores nos remiten documentación que ya tenemos, por ejemplo.

En mi opinión sería interesante darle al Registro una dimensión más abierta, para dotarlo de una verdadera utilidad, tanto para los formadores como para las academias, de modo que no supusiera simplemente una base de datos cerrada. De esta forma, la información sería verdaderamente de utilidad para unos y otros y se convertiría en una herramienta “viva” y manejable.

  • Debería crearse un repositorio de los datos de acceso libre para los formadores y las academias, de modo que fuera posible conocer lo siguiente:
    • Los formadores deberían poder consultar sus datos personales; los módulos, especialidades y modalidades de formación en que se encuentran acreditados; las fechas de dicha acreditación; y deberían poder ver la documentación aportada en el procedimiento. Si fuera posible, sería interesante que pudieran también consultar en qué otros módulos y especialidades pueden acreditarse con la documentación que ya han aportado.
    • Las academias deberían poder consultar si existen formadores acreditados en los módulos y especialidades que necesitan. Muchas veces nos contactan preguntando por esta información, sería deseable que ellas mismas pudieran localizarla.
  • Debería procurarse que hubiera más interacción entre los funcionarios del Registro y los formadores y academias. Disponemos de un correo genérico de contacto, pero actualmente hay muchas otras vías de comunicación más rápidas y amigables. También sería interesante realizar una sección de Preguntas Frecuentes en la página del Registro (muchos formadores tienen dudas sobre la documentación que deben aportar o cómo rellenar la instancia) y un apartado de sugerencias y quejas referido concretamente al Registro como tal.
Respecto a los pros y contras:

  • Como punto favorable, creo que siempre es positiva la interacción con los interesados. Desde la Administración deberíamos tratar de simplificar los procedimientos, y es importante saber qué es lo que resulta más pesado o más complicado, desde el punto de vista del administrado, a la hora de realizar la gestión. Por eso es importante contar con su opinión, y deben facilitarse las vías para obtenerla y debe darse utilidad a la información de la que dispone la Administración, no limitarse simplemente a almacenarla sin dar acceso a los interesados.  
  • En contra, se me ocurre que habría que tener especial cuidado con la Protección de Datos. Habría que implementar un sistema de acceso con perfiles distintos para formadores y empresas, de modo que el formador pudiera ver su información propia (pero no la de otros formadores, a menos que fuera genérica, tipo estadística). Las empresas deberían poder ver información genérica, y solamente deberían poder contactar con los formadores si éstos dieran su consentimiento expresamente. En este sentido, el Registro podría funcionar como “intermediario”, si el usuario diera su permiso.

En fin, espero no haberos aburrido mucho.😝

¡Nos leemos en otros post!


martes, 7 de diciembre de 2021

Manifiesto #INAP Gobierno Abierto

Esta semana se nos plantea un interesante reto en la Experiencia Formativa sobre el Gobierno Abierto del INAP: Redactar entre todos un Manifiesto en pro de la Transparencia y los Datos Abiertos en la Administración. 

Mi aportación propia la he titulado "Vigilante de la Transparencia"... Sé que con lo de Vigilante os va a venir esto a la cabeza:😭

Sí, a mí también me ha pasado, para qué nos vamos a engañar, y aquí estoy, escribiendo esta entrada y tarareando en mi cabeza la sintonía de la serie... "Demasiada televisión", que decía mi abuela. 

Volviendo a lo que nos ocupa, creo que alguien debería ocuparse de vigilar que la información de los portales de transparencia está actualizada, es correcta, exportable y útil, para extraer conclusiones que nos sirvan para mejorar y avanzar en acercar la Administración a los ciudadanos. 

Actualmente casi todas las Administraciones, por pequeñas que sean, han implementado sus portales de Transparencia, pero muchas veces la información aparece desactualizada, o no se localiza, o es un cúmulo de datos difíciles de ordenar y de entender. Por no hablar de que toda esta dispersión de información a veces impide detectar prácticas incorrectas. Es cierto que ya existen softwares que sirven para cruzar varias bases de datos y permiten localizar prácticas dudosas, por ejemplo, SATAN, que son las siglas de "Sistema de Alertas Tempranas Anticorrupción", un sistema que se utiliza en la Comunidad Valenciana. 

En mi opinión debería implementarse un sistema parecido para aplicar al conjunto de las Administraciones.

Volviendo a las ideas enviadas para nuestro Manifiesto, entre las aportaciones de mis compañeros me ha parecido muy destacable la titulada "Control de calidad en el origen de la información de los Portales de Transparencia". Me parece algo básico, pero que, precisamente por eso, es muy importante tenerlo en cuenta: que se procure que la información publicada sea de calidad, veraz y pertinente. 

Otra aportación que he valorado positivamente es la titulada "La transparencia tiene el gran reto de afrontar la gran desinformación y las noticias falsas que se están produciendo en los últimos tiempos con el espectacular avance de las tecnologías". Es muy cierto que en estos tiempos la información está al alcance de casi cualquiera, pero, ¿qué tipo de información? ¿podemos hablar de "sobreinformación"? ¿y de "desinformación"? ¿podemos confiar en todo lo que leemos en internet o encontramos en otros medios? Evidentemente no. Por eso es importante que la Administración tenga entre sus principios el de facilitar información real, actualizada, de primera mano, confiable y accesible. Que sepamos que lo que encontremos en una página oficial está contrastado y es comprobable. 

Por último, entre las aportaciones que he elegido se encuentra también la titulada "Big Data". Encuentro muy útil sistematizar la información (aunque proceda de diferentes administraciones) en un único repositorio, donde cualquier interesado pueda centrarse en los aspectos que necesite consultar en ese momento, sin tener que recabar los datos en diferentes páginas y luego cruzarlos. La dispersión de la información es uno de los principales inconvenientes del sistema actual, y, aunque no creo que resulte fácil, sí opino que debería intentarse implementar un único repositorio de información básica. 

Por hoy ha sido todo ¡Nos leemos en la próxima!




I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la Administración de la Comunidad de Madrid.

1. Presentación del I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la Administración de la Comunidad de Madrid. Para poder construir una soci...