jueves, 28 de septiembre de 2023

Las mujeres se refugian en el empleo público

 

El mercado laboral español se caracteriza por dificultar la entrada y la permanencia de ciertos colectivos, o, directamente expulsarles. Reforma tras reforma, aunque se producen leves avances, sigue siendo una jungla en la que sólo sobreviven los más fuertes, preferiblemente hombres jóvenes y sanos. Y es por eso que muchas personas encuentran su sitio en el empleo público: discapacitados, colectivos en riesgo de exclusión, personas mayores de 45 años (a las que aún les faltan alrededor de veinte años para jubilarse, y que gozan de una experiencia muy valorada en otros países de nuestro entorno, pero no aquí…) y mujeres.

Que la edad media de los opositores está subiendo considerablemente no es ningún secreto, yo no dejaba de sorprenderme de ver en los exámenes a compañeros cada vez mayores, y apenas encontrar opositores menores de 40 años.  Si se supera el proceso selectivo, es posible acceder a un puesto, siempre que no se haya alcanzado la edad de jubilación. Y en esas estamos, buscando algo que el sector privado no ofrece, como comenta este artículo: Opositar cumplidos los 45 está a la última.

En el caso de las mujeres el empleo público se está convirtiendo en un refugio, dándose lo que se denomina en este artículo "El 'boom' de las opositoras". Se habla de una diferencia de un 80-20% de opositores a favor de ellas, también en puestos tradicionalmente asociados al empleo masculino. Se menciona la capacidad de sacrificio de las mujeres, su tenacidad, su mejor organización ¿Es esto de verdad así? ¿O se trata de meros clichés? ¿O es que no hay otra posibilidad mejor para nosotras, y es por eso que tenemos que sacrificarnos y sacar tiempo de donde no lo hay para poder estudiar?

Ciertamente el empleo público es estable, ofrece más posibilidades de ascenso en igualdad de condiciones, mejores horarios… Pero también tiene sus peculiaridades: la contratación temporal tiene una incidencia mayor en la Administración (31,7%) en comparación con el sector privado (18,6%), y es de destacar que el sector público paga mejor al personal menos formado, y retribuye peor a los empleados más cualificados, curiosamente con especial incidencia en el caso de los hombres (-5 puntos).

Respecto a las mujeres en lo público, ellas ya son mayoría (el 55%, frente al 41% en el sector privado). Además, las mujeres ganan siempre en el sector público, puesto que reciben una prima salarial respecto al sector privado, tanto las cualificadas (+ 8 puntos), como las menos cualificadas (+13 puntos). Podéis profundizar en este análisis aquí: Paradojas del empleo público: premia a los menos formados y castiga a los cualificados.

¿Por qué tenemos que acudir al sector público? En esto me incluyo yo misma, que decidí abandonar la privada en su momento… Creo que es porque aún se piensa que somos menos rentables que un trabajador masculino. Es cierto que hemos avanzado bastante en la corresponsabilidad, por ejemplo, con la equiparación del permiso por nacimiento de hijos. Pero está claro que persiste el estereotipo de que la mujer es quien debe encargarse principalmente de las cargas familiares, y por eso resulta menos productiva. Y ¿qué decir de las jefas mujeres? ¿por qué prefieren rodearse de equipos de hombres y ven a las demás mujeres como rivales? Este comportamiento ya se conoce, conforme a este artículo, como "el síndrome de la abeja reina". Está claro que nosotras mismas tenemos parte de culpa en el mantenimiento de estos estereotipos.

Y ¿qué se puede hacer? Cambiar de mentalidad. Olvidarnos de estereotipos y de clichés, y tratar de construir entre todos un mercado laboral abierto, inclusivo, igualitario y humano. Es posible conciliar y ser un buen trabajador. Es posible ser mayor y tener una experiencia muy valiosa que aporte un valor añadido a tu trabajo. Es posible ser un discapacitado y constituir la clave de la cohesión de un equipo. Y es posible ser mujer y trabajar en cualquier sector, público o privado, en buenas condiciones… Por no hablar del emprendimiento, que nos da para otro artículo.

Continuará…

lunes, 25 de septiembre de 2023

Siempre aprendiendo: Fundamentos sobre la Igualdad entre Mujeres y Hombres - INAP

 

Una vez más vuelvo a mi querido blog, que abandono de vez en cuando no por falta de ganas de escribir, sino por falta de tiempo. Menos mal que están mis amigos del INAP para obligarme un poco a darle movimiento. En los últimos meses he estado bastante ocupada, aunque pensé que, una vez superado el reto de las oposiciones de Empleo, volvería a recuperar tiempo para mí… Pero entre unas cosas y otras no ha sido así, y me temo que no va a ser a corto plazo, aunque estoy contenta con tener cosas que hacer y con poder estudiar nuevamente, pero esta vez sólo porque quiero: voy a hacer un Máster sobre políticas públicas, y me apetece mucho profundizar en el tema con más calma, sin la presión de los exámenes.

También voy a afrontar en breve un reto profesional que me apetece mucho, pero, a la vez, me da un poco de vértigo. Quiero asumir más responsabilidades, pero sé lo que éstas conllevan, y siempre que hay cambios y se abandona la zona de confort vuelve esa sensación tan desagradable que podemos llamar miedo. Miedo al cambio, miedo a las cosas nuevas, a los nuevos espacios, a los nuevos compañeros, a las nuevas situaciones. Y es más difícil si la zona de confort es especialmente confortable, como es mi caso. Pero también hay que atreverse, según creo. Quien no arriesga, no gana ¿verdad?

No quiero pensar que voy a llegar a mi puesto y voy a saber cómo resolver todo. Quiero seguir aprendiendo y quiero ver cómo se hacen las cosas en otros sitios, y para eso tengo que moverme y tengo que dejar los miedos atrás. Esperemos que esta nueva aventura traiga cosas buenas…

Y como siempre hay que aprender cosas nuevas y nunca se sabe suficiente sobre algo, tengo muchas ganas de sumergirme en los contenidos de la nueva experiencia de aprendizaje que me ha llevado a retomar mi blog: Fundamentos sobre la Igualdad entre Mujeres y Hombres

Cuento con ventaja, porque ya he participado en experiencias sobre esta temática, pero siempre me llevo algo de participar en ellas, y estoy segura de que esta vez también será así.

Nos parece que hemos avanzado mucho en igualdad, y es cierto que así es, pero hay que proteger lo que ya se ha logrado y procurar que no volvamos atrás. Y para eso el conocimiento es clave. Para eso, y para casi todo.  

Aprender cosas nuevas nos hace tomar contacto con el niño o la niña que fuimos, para el que todo era nuevo y que quería saber más del mundo que le rodeaba. Yo me siento un poco así cada vez que inicio cualquier aprendizaje, sea del tipo que sea. Y me hace sentir que quedan cosas por hacer y gente interesante por conocer, y eso me da mucha alegría.

Porque aún tenemos mucho que aprender…



I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la Administración de la Comunidad de Madrid.

1. Presentación del I Plan de Igualdad entre mujeres y hombres en la Administración de la Comunidad de Madrid. Para poder construir una soci...